Cirrosis hepática, 5ta causa de muerte en México


Cirrosis hepática

La cirrosis es una alteración celular del hígado, en la que el tejido normal es reemplazado por fibrosis (depósito de fibras de colágeno). Es un padecimiento irreversible; sin embargo, existen tratamientos que evitan las complicaciones como el sangrado de tubo digestivo.

De acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, debido a que sus funciones consisten en remover y neutralizar sustancias dañinas de la sangre, producir agentes inmunes para el control de las infecciones, desechar gérmenes y bacterias, fabricar proteínas que regulen la coagulación de la sangre y producir la bilis. 

La cirrosis hepática es el resultado de múltiples enfermedades que producen hepatitis crónica; esta inflamación persistente induce distorsión no reversible de la arquitectura de la glándula, que se caracteriza por fibrosis y regeneración nodular. En su desarrollo, están involucrados modificación y/o incremento de la producción de colágena, tejido conjuntivo y membrana basal. Además, existen una serie de señales que modifican la matriz extracelular, así como la modulación de diferentes funciones celulares. 
Son tres las vías fisiopatológicas en el desarrollo de la fibrosis: respuesta inmune, lesión crónica con cicatrización permanente y respuesta a agentes inductores de fibrosis; sin embargo, en la mayoría de las enfermedades coexisten más de una vía.

Epidemiología 
En varios países, es señalada como una de las 10 principales causas de muerte, con variaciones en su mortalidad durante el paso de los años. En 2009 reportaron en Francia una frecuencia de 2,000-3,300 casos por cada millón de habitantes. En México, en 1987, reportaron una tasa de 24.4 casos por cada 100,000 habitantes y en el 2002 ocupó el quinto lugar.

La cirrosis hepática actualmente es considerada como la quinta causa de mortalidad en México, ha ido escalando posiciones ya que cada año fallecen 30 mil personas por esta enfermedad. De acuerdo con los expertos, los principales detonantes de ésta son: el alcoholismo, las infecciones generadas por hepatitis B y C, los trastornos en el sistema de drenaje del hígado y la esteatosis hepática no alcohólica.
Ya hubo un tiempo en el que esta enfermedad fue la tercera y octava causa de muerte, siempre permaneciendo dentro de las primeras 10, algunos le dan poca importancia a esta enfermedad, cuando en realidad, debe ser evaluada con seriedad.

Es una enfermedad que afecta a población económicamente activa, causa un alto número de consultas médicas y requiere un consumo importante de recursos a nivel de áreas hospitalarias, de urgencias médicas o de terapia intensiva. Se asocia con la discapacidad. Se estima que para el año 2020 habrá alrededor de dos millones de pacientes con enfermedad hepática crónica.

Este padecimiento es un problema de salud pública en el país, que se registra comúnmente en la población con edad reproductiva, y en las personas que ingieren bebidas alcohólicas en exceso. En estudios recientes se demuestra que al menos 5% de los mexicanos son alcohólicos.

La cirrosis hepática ocasiona alteraciones hemodinámicas sistémicas y esplácnicas. Dentro de las alteraciones sistémicas se ha descrito un incremento del volumen vascular caracterizado por un aumento en el gasto cardíaco y una reducción en la resistencia vascular sistémica.

Las alteraciones hemodinámicas son causa importante de morbilidad y mortalidad en el ser humano. La homeostasis de los fluidos incluye la integridad de los vasos sanguíneos y el mantenimiento de la presión arterial y osmolaridad sanguínea dentro de parámetros normales; la falla en esto provoca hemorragias y edema. La homeostasis también implica que existan los elementos necesarios para formar coágulos sanguíneos cuando se dañan los vasos, cuando éstos fallan se producen hemorragias que pueden ocasionar pérdida de volumen circulante, hipoperfusión y choque.

Diagnóstico
Existen varias clasificaciones de la cirrosis hepática, de acuerdo a su morfología o comportamiento clínico. La historia clínica tiene un papel determinante en la búsqueda de la etiología de la enfermedad. Los síntomas clínicos sistémicos asociados a enfermedad hepática, como anorexia, pérdida de peso, escalofrío, náuseas o vómitos, no son específicos y con frecuencia ayudan poco en el diagnóstico; es importante tomar en cuenta todos aquellos antecedentes asociados a la enfermedad: historia familiar, empleo de medicamentos, consumo de alcohol, abuso de drogas, comportamiento sexual, enfermedades autoinmunes, métodos de contracepción, historia ocupacional y transfusional, entre otros.

En pacientes con enfermedad hepática crónica, es importante confirmar la existencia de infección crónica por VHB (Virus del hepatitis B), especialmente en aquellos con factores de riesgo (transfusiones, empleo de drogas intravenosas, exposición a individuos con ictericia, tatuajes, múltiples parejas sexuales). Por otro lado, se debe sospechar infección crónica por VHC (Virus del hepatitis C) ante el antecedente de exposición a productos sanguíneos o empleo previo y/o actual de drogas intravenosas.

La exploración física del paciente con cirrosis hepática está relacionada directamente con la existencia de insuficiencia hepática crónica (por ejemplo, telangectasias, eritema palmar, hipertrofia parotídea, ginecomastia, contractura de tipo Dupuytren, atrofia testicular…); sin embargo, hasta el momento no existe una relación directa entre estas manifestaciones y la etiología.

La existencia de ictericia, prurito y manifestaciones dérmicas (hiperpigmentación, ictiosis, liquen plano) se puede desarrollar en pacientes con cirrosis biliar primaria, enfermedad de Wilson, hemocromatosis y hepatitis autoinmune.

Los exámenes de laboratorio permiten determinar la existencia de daño hepático crónico. De forma frecuente existe elevación de 2-3 veces el valor de referencia de transaminasas (alanina aminotransferasa [ALT], aspartato aminotransferasa [AST]), prolongación del tiempo de trombina, hipoalbuminemia, ictericia (especialmente cuando coexiste obstrucción de la vía biliar), entre otros.

Fuentes:
Uribel, M.; Morales, J.; Rosas, R.; Campos, R. y Poo, J. (2012) Epidemiología, fisiopatología y diagnóstico de la hipertensión arterial pulmonar (HAP) en el cirrótico. Gaceta Médica de México. pp. 153 - 161.

Página oficial de Salud180 (sin fecha) Cirrosis hepática es la 5ta. causa de muerte en México. Recuperado el 3 de noviembre de 2017 de: http://www.salud180.com/jovenes/cirrosis-hepatica-es-la-5ta-causa-de-muerte-en-mexico

Comentarios

Entradas populares de este blog

Introducción a la Salud Pública

Octubre, mes del Cáncer de mama

Cáncer cervicouterino y VPH